Para cualquier viajero que haya visitado o vaya a viajar a Camboya, la ciudad de Siem Reap es un paso obligatorio durante su estancia en el país asiático. Pues, efectivamente, es la puerta de entrada a los impresionantes templos de Angkor, el atractivo turístico del país y una experiencia que los viajeros se esmeran en incluir en su itinerario, porque viajar a Camboya y no estar en Angkor Wat es como ir a París y no ver la torre Eiffel. Aquí os contamos la historia y leyenda de los monumentales templos de Siem Reap.
Un poco de historia de Angkor
Angkor es una región de Camboya donde se construyeron algunas de las mayores ciudades del imperio Khmer, o imperio angkoriano, una época de esplendor que gobernó gran parte del continente desde el siglo IX hasta el siglo XV. Se considera que la edad de oro camboyana se inicia en torno al año 802 d. C. cuando el entonces rey Jayavarman II se autoproclamó rey dios y decidió mandar construir varios templos que reforzaran su imagen de divinidad. Todos los edificios de la época, casas, edificios públicos y demás construcciones para la vida terrenal estaban construidas con madera, pues las estructuras de piedra se reservaban a los dioses.
Esta tradición continuó con sus sucesores y por eso esta zona cuenta con multitud de templos de diferentes estilos y tamaños. Es importante saber que actualmente se conservan más de mil templos que se van extendiendo hasta el interior de la selva por lo que es imposible verlos todos en una sola visita, aquí te hablamos de los que no te puedes perder.
Angkor Wat: una visita imprescindible
El más grande, mejor conservado, más impresionante y el que aún a día de hoy es el monumento religioso más grande del mundo es Angkor Wat. De hecho, estuvo nominado como una de las 7 maravillas modernas de la humanidad y actualmente es el símbolo de Camboya, que figura en la bandera nacional. Se cree que se construyó como templo funerario de Suyavarman II (1112-1152) y rinde honor a Vishu, la diosa india con la que el rey se asociaba. Tiene la curiosidad de estar orientado hacia el oeste, que tradicionalmente se asociaba a la muerte, pero que también representa a Vishu, de ahí que el templo sirva también como mausoleo.
Como curiosidad hay que saber que fue el único que nunca se abandonó completamente, pues durante mucho tiempo estuvo habitado por unos monjes. Se trata de una enorme edificación construida en tres alturas con diferentes estancias de rezo y purificación y una estatua gigante tallada en piedra que representa la diosa Visha. La torre principal se eleva hasta los 55 metros y cuenta con unas escaleras que llegan hasta la cumbre, muy peligrosas, para representar que el camino hacia el reino de los Dioses no es nada fácil. Actualmente están cerradas la mayor parte del año, sobre todo en la época de lluvias porque son muy resbaladizas.
Angkor Thom o Templo Bayon
De los templos de Siem Reap, la segunda cita ineludible para los viajeros es el templo Bayon. Formaba parte de la ciudad fortificada de Angkor Thom (la gran ciudad real) que fue construida entre 1181 y 1219 por el rey Jayavarman VII y contaba con un millón de habitantes. La ciudad se organizaba en torno al templo y estaba rodeada con una muralla de 8 metros de alto y 12 kilómetros de largo, además de contar con un foso de 100 metros de ancho donde habitaban cocodrilos.
La estructura es bastante sencilla, cuenta con tres niveles que representan diferentes fases constructivas. Los dos primeros son cuadrados y cuentan con bajorrelieves como decoración. En tercero, en cambio, es circular y el él se apoyan las tres torres con el santuario principal. Está esculpido de forma que parece una gruta excavada en roca viva y su belleza se aprecia desde la parte superior.
La terraza de los Elefantes
Entre los templos de Siem Reap, tampoco nos podemos olvidar de la famosa terraza de 350 metros que servía como tribuna y sala de audiencias. Desde allí, el rey contemplaba los desfiles militares de sus generales y soldados victorioso rodeado de sus concubinas que bailaban para su entretenimiento.
Le debe su nombre a los elefantes esculpidos en ella y destaca también una réplica del rey leproso, la original se puede ver en Phnom Penh, en el Museo nacional.
Existen muchos otros templos de Siem Reap, muy interesantes de visitar, pero si solo vais a estar un día o dos en la ciudad, estos son los que no os podéis perder.