Los bastones de montaña

¿Por qué son recomendables y como utilizarlos?

Se suele decir que los seres humanos empezamos y terminamos nuestra vida caminando a cuatro patas. Al principio, cuando somos pequeños, como no tenemos desarrollados los músculos con la fuerza suficiente para poder mantenernos sobre nuestros dos pies, nos desplazamos con la ayuda de brazos y piernas, “a cuatro patas”. Luego, a medida que va pasando el tiempo y envejecemos, nuestras articulaciones se desgastan y, por lo tanto, conviene ayudarnos con un bastón o unas muletas para movernos de un lado a otro. Y es que esta es precisamente una de las mayores ventajas y la principal razón para muchas personas, de usar batones en montaña. Aquí os explicaremos por qué son recomendables y como se deben usar para optimizarlos al máximo.

Por qué es mejor utilizar bastones en montaña

Una de las razones fundamentales por las que conviene usar bastones en montaña es para repartir el peso en cuatro puntos de apoyo en vez de cargar solo las piernas. Si tenemos en cuenta nuestro propio peso y los kilos extra añadidos por la mochila, nuestras piernas están soportando una gran carga durante horas haciendo ejercicio, por lo que es fácil que se sobrecarguen y nos cansemos antes. En cambio, si este peso se reparte a los brazos también, seremos capaces de conseguir un mayor rendimiento, sobre todo cuando tengamos que bajar pendientes pronunciadas o por terrenos accidentados que sobrecargan nuestras piernas. Esto es especialmente relevante para las articulaciones, ya que el uso de los bastones rebaja los impactos y cuidan de nuestras articulaciones para evitar que sufran y nos produzcan molestias en nuestros paseos en montaña.

Por otro lado, al realizar movimientos alternos de piernas y brazos, conseguiremos mejorar significativamente el ritmo de nuestra marcha con el mismo desgaste energético. Al realizar movimientos con un brazo adelantado y la pierna contraria retrasada, ampliamos nuestra base de sustentación, lo que nos aporta más equilibrio y seguridad a la hora de evitar caídas y lesiones. Y también hay que tener en cuenta que los podemos usar para apartar ciertos obstáculos en el camino, ramas, telas de araña, etc.

Inconvenientes de los bastones

Las principales razones por las que no conviene utilizar bastones en montaña son derivadas de un uso incorrecto. De hecho, los palos pueden dificultar el paso si no se usan correctamente al caminar. Por ejemplo, si la distancia entre los bastones y nuestro cuerpo es demasiado grande, se reduce la elasticidad muscular y se puede perder el equilibrio con mayor facilidad ya que nuestro cuerpo se acostumbrará a otros apoyos. De hecho, un estudio realizado por la OMS recomienda alternar el uso de bastones y limitarlo al mínimo en los niños afirmando que nuestra capacidad de coordinación puede verse afectada.

Por otro lado, el uso de cualquier tipo de apoyo con las manosaumenta el gasto energético total. En este sentido, llevar bastones nos impide usar las manos para cualquier otra cosa, por lo que los movimientos con la parte superior serán más lentos y hay que anticipar más que cuando caminamos sin los bastones. Aunque es cierto que si no tenemos unas piernas demasiado fuertes ayuda a repartir mejor el peso para evitar que se fatiguen, si llevamos muy al límite en la parte superior del cuerpo y nuestro sistema cardiovascular, los palos serán más un estorbo que una ayuda, por lo que en estos casos es mejor no utilizarlos.

 ¿Cómo usar los bastones en montaña?

Ahora que tenemos claras las ventajas y los inconvenientes del uso de bastones en montaña conviene saber cómo utilizarlos para maximizar sus beneficios y ayudar a nuestro cuerpo a sacar más rendimiento. Para ello lo primero que deberemos hacer es elegir unos bastones que nos resulten cómodos. Deberemos probar a caminar con bastones de diferentes tamaños en la tienda para saber qué altura nos conviene. Esta es la característica más importante. Pero también debemos considerar la empuñadura y el tamaño de la dragonera para que podamos ajustar las manos con facilidad incluso con guantes.

A la hora de caminar con los bastones, existen diferentes patrones de movimiento que nos ayudarán en circunstancias diferentes.Puedes usarlos alternando las piernas (brazos y piernas opuestas) para maximizar el equilibrio, ya que es la técnica más natural, que imita los gestos al caminar, o bien en paralelo (brazos y piernas adelantados del mismo lado) para aliviar la fatiga del tronco inferior, o bien en dobles (brazos adelantados al mismo tiempo) que permite bajar o subir pendientes con mayor facilidad.

También es importante saber que el terreno nos indicará la altura a la que sujetar el bastón, así, cuando el terreno sea más irregular y cambiante, es mejor llevar las manos fuera de las dragoneras para agarrar el palo a la altura deseada. Para subir y bajar, planta la punta del bastón por delante y carga para ayudar a cuerpo a realizar el movimiento. Cuando estés llaneando mueve tus bastones de montaña paralelos a la pierna opuesta sin cargar tu peso en ellos. Recuerda que, al caminar, no eleves nunca las manos por encima de los hombros, este movimiento requiere demasiada energía que agotarán antes nuestras reservas de energía. Si sigues estas pautas verás que tu experiencia mejorará ¡para hacerte disfrutar aún más!