Albania y los Alpes Dináricos

Albania es un país lleno de contrastes. En pleno cruce de civilizaciones, este territorio se ha visto influencia por las diversas culturas que lo han habitado: griegos, romanos, visigodos, hunos, ostrogodos, eslavos y otomanos. Actualmente Albania no recibe a muchos visitantes, lo que la convierte un destino novedoso y poco masificado, con una excelente oferta para aquellos que quieran disfrutar de lugares poco conocidos y paisajes imponentes. Playas de arena fina y aguas cristalinas, montañas imponentes, arquitectura histórica, parques naturales… la lista es larga. Aquí nos centraremos en los Alpes Dináricos y en la cultura y las tradiciones del lugar.

Información importante sobre los Alpes Dináricos

Los Alpes Dináricos recorren toda la costa Adriática, desde Eslovenia hasta Albania, con zonas en Serbia, Croacia, Montenegro y Bosnia-Herzegovina. En sus casi 700 kilómetros de largo, se desarrolla una ecorregión que se conoce como bosque mixto, una combinación de árboles perennes y árboles que pierden su hoja en otoño. Su pico más alto es el Prokletije que alcanza una altura de 2.692 metros y se encuentra en la frontera entre Montenegro y Albania. Cuenta con una geografía muy accidentada, por lo que, si viajas en coche, no sirve de mucho saber cuantos kilómetros faltan para llegar a algún sitio, sino que es mejor preguntar cuanto tiempo se tarda.

Sus casi 60.000 kilómetros cuadrados albergan varios parques naturales, destacan el Parque de los Lagos de Plitvice, en Croacia, y el Parque del Durmitor, en territorio montenegrino. Estos parques combinan lagunas y zonas de bosque y ofrecen varios tipos de recorridos con mayor o menor intensidad y duración para adaptarse a todos los viajeros, son un destino de visita obligada para los amantes de la naturaleza. En la parte albanesa de los Alpes Dináricos, se puedes recorrer los puntos más emblemáticos con alguno de los trekkings ofrecidos, no solo disfrutarás del paisaje, sino que te permitirá estar en contacto con la cultura y la tradición local.

Historia y tradición local

Albania se encuentra en plena confluencia de civilizaciones y esto le ha permitido impregnarse durante siglos de los diferentes pueblos e imperios que allí gobernaron. Ya en el siglo XX, después de la caída del Imperio Otomano, formó parte del bloque comunista. Pero es un caso excepcional: bajo la dictadura de Hoxha se salió de la Yugoslavia de Tito y la URSS y se alió más tarde con la República Popular China de Mao Tse Tung, pero acabó rompiendo sus relaciones con ella en el año 1981 después de la caída de los maoístas durante la Revolución Cultural. Durante este tiempo, el país estuvo viviendo en unos niveles pobreza muy altos, que, aunque la situación actual ha mejorado enormemente, aún asola a día de hoy a sus habitantes, sobre todo a aquellos que viven en regiones más apartadas. Pero, a pesar de su situación, los albaneses son gente exageradamente hospitalaria.

Es un país con una arraigada tradición ancestral. Actualmente, aún persisten leyes medievales, como el Kanun, que es un código moral que proviene de la tradición oral y está vigente actualmente. Hoy en día, el Kanun reconoce el derecho a la venganza en caso de asesinato de un varón. La familia de la víctima siente que la del asesino tiene una “deuda de sangre” y que se cobra quitándole la vida a cualquier varón de la familia del asesino, porque toda la línea paterna es responsable de los actos de sus miembros. Así, muchos hombres se aíslan en sus hogares, que según el Kanun es un lugar sagrado, mientras esperan su perdón.

Algunas curiosidades culturales

Como mencionábamos anteriormente, este país combina la hospitalidad de sus gentes con la pobreza que han vivido durante años y esto provoca que muchos albaneses vean a los demás europeos como una ocasión interesante de charla e intercambio de experiencias. Así, por ejemplo, es común que, si viajáis a dedo, no tardéis más de un coche o dos en encontrar a alguien que os recoja y os ofrezca una agradable conversación. Si conseguís comunicaros con algún albanés, cosa que no resulta fácil, ya que la gente que habla inglés no suele ser muy numerosa y, además, suele estar en las ciudades, enseguida os preguntareis si os están diciendo que si o que no. Tienen una extraña forma de asentir, es como un no con la cabeza sin terminar. Aunque esto pueda resultar confuso, si no entendéis, es probable que sea un sí.

La comida albanesa se basa esencialmente en el pan, que suelen comer con verdura, queso o carne. Es fácil encontrar una panadería que ofrece algo de picar tanto dulce como salado en cada esquina. Ten en cuenta que el un país eminentemente musulmán, por lo que en ramadán no encontrarás nada abierto donde te sirvan comida ni bebida hasta la puesta del sol, así que, si decides viajar en ramadán, planifica siempre comprar algo de comer y de beber para el día siguiente. Como ves, Albania te ofrecerá un sinfín de experiencias que te harán recordar ese excepcional viaje durante muchos años.