Como preparar tu viaje a Nepal. Segunda parte
¡Por fin hemos llegado a Nepal!. Hemos aterrizado en el aeropuerto de Katmandú, nos han recogido en el aeropuerto y trasladado hasta nuestro alojamiento. Disponemos de unas horas libres antes de iniciar el trekking, o bien lo hemos finalizado y tenemos uno o dos días para visitar Katmandú y/o Phokara.
Vamos a dar unos consejos sobre cómo movernos a nuestro aire por esas dos ciudades, qué y cómo comprar y qué lugares de interés visitar. En definitiva, de sacar el máximo provecho a nuestra estancia en esas ciudades.
EN EL AEROPUERTO:
Lo primero que tendremos que hacer nada más llegar es obtener el visado de entrada al país. Para ello deberemos registrarnos en unas máquinas automáticas que hay antes de pasar el control de seguridad, donde deberemos introducir nuestros datos personales y se nos expedirá un ticket. Si tenemos dudas de cómo hacerlo, un funcionario del aeropuerto nos ayudará en esta tarea.
A continuación deberemos rellenar un formulario en el que nuevamente tenemos que indicar nuestros datos personales (llevar bolígrafo a mano). Con eso y el ticket, nos acercamos a una ventanilla donde pagamos los 50 dólares de rigor (se puede hacer en euros) y nos entregan un recibo de pago. Ya sólo queda pasar el control de seguridad, donde nos pegarán un visado válido para 30 días en el pasaporte.
Pasar todos estos trámites burocráticos, que puede parecer que nos van a hacer perder mucho tiempo, no nos llevará más de 30-45 minutos.
CAMBIO DE MONEDA:
La moneda utilizada es la rupia nepalí. El tipo de cambio euro – rupia suele estar en torno a 1 € = 115 rupias. Como ya comentamos en el artículo anterior, no es recomendable hacer el cambio de euros a rupias en el aeropuerto, ya que suele ser más elevado que el que podemos encontrar en la ciudad. Lo mejor es hacer el cambio una vez que nos hayamos acomodado en nuestro hotel en Katmandú, directamente en el hotel o en la calle en cualquiera de las innumerables casas de cambio de moneda que existen. Saldremos ganando unas cuantas rupias.
Es posible sacar dinero en efectivo en Katmandú y Phokara en cajeros automáticos, aunque es posible que algunos no funcionen correctamente. Siempre que sea posible, mejor llevar en efectivo todo lo que calculemos que vamos a gastar, e ir cambiando a rupias en las casas de cambio de Katmandú y Phokara según lo vayamos necesitando. El primer día, deberemos cambiar a rupias todo lo que calculemos vamos a gastar durante el trekking, pues en las aldeas y pueblos por las que pasemos no será posible hacerlo, salvo tal vez excepciones como Namche Bazar. Como ya dijimos en el artículo anterior, 200 € deberían ser más que suficientes.
AGUA:
Es muy recomendable, nada más llegar a Katmandú, comprar alguna botella de agua de litro para beber, y llevar dos completas para nuestra primera jornada del día siguiente. El precio de una botella de agua en Katmandú está sobre las 20 rupias. Nunca beber agua que no esté embotellada o potabilizada.
COMIDA:
Disponemos de una oferta amplia y variada para comer y cenar en Katmandú y Phokara, desde restaurantes típicos nepalíes hasta otros más especializados en comida occidental, como la italiana por ejemplo, donde podremos degustar pizzas o unos spaguettis a la carbonara o a la bolognesa. El precio medio de una comida o cena en uno de estos restaurantes, está sobre los 6-7 €.
También hay muchos puestos callejeros donde podremos adquirir comida a unos precios muy bajos, pero las condiciones higiénicas de muchos de estos puestos puede que no sean las más deseables, por lo que debemos tener en cuenta que si comemos en uno de estos puestos podemos jugarle una mala pasada a nuestro estómago.
COMPRAS:
El popular barrio de Thamel en Katamandú, lugar en el que estaremos alojados, es lo más parecido a un enorme bazar. Sus caóticas calles están repletas de tiendas en las que podremos adquirir cualquier cosa que deseemos, desde recuerdos típicos hasta ropa de montaña.
Podemos adquirir ropa de montaña de primeras marcas a precios irrisorios para nosotros (camisetas técnicas por menos de 10 €, pantalones por unos 15 €, chaquetas gore-tex y plumas por unos 50 €, sacos calientes de invierno por 30-40 €…). Sin embargo, como ya dijimos en el artículo anterior, debemos tener muy presente que todo lo que vamos a encontrar son imitaciones. Si compramos una chaqueta de plumas nos va a abrigar, pero la pluma será de baja calidad y su vida útil no va a ser la misma que la de una pluma de calidad. Si compramos una chaqueta gore-tex, éste no va ser tal, sino que será otro tipo de material de baja calidad, y si llueve nos calará y acabaremos mojados. No obstante, teniendo en cuenta esas limitaciones, puede ser una gran ocasión para renovar nuestra ropa y material de montaña a unos precios al alcance de cualquiera.
En el hotel donde estemos alojados podemos pedir consejo sobre las tiendas más recomendables para adquirir ropa y material de montaña. Siempre habrá algunas en que la calidad de los materiales de imitación sea mejor que en otras.
El arte del regateo.
Cuando vayamos a comprar algo, ya sea en Katmandú, Phokara, Namche Bazar o cualquier otro pueblo por el que pasemos donde haya tiendas, hay una máxima: siempre hay que regatear. De entrada, cuando preguntemos el precio, siempre nos van a decir una cantidad superior a su precio real, que dependiendo del tipo de establecimiento puede variar mucho:
- En las tiendas de recuerdos y productos típicos, lo normal es que nos pidan un precio que sea 3 ó 4 veces su valor real. Si nos piden, por ejemplo, 1000 rupias por un determinado producto, lo normal es que su precio real sea de unas 300 rupias. Jamás lo vamos a obtener a su precio real, por muy hábiles que seamos en el arte del regateo, pero sí lo podremos obtener, en el ejemplo, por 600 ó 700 rupias, o si somos muy hábiles, tal vez incluso a la mitad de lo que nos pidan.
- En las tiendas de ropa o material de montaña, los precios están más ajustados. Si nos piden, por ejemplo, 9000 rupias por una chaqueta de plumas, la podremos obtener por unas 7000 rupias.
Si pensamos comprar varios artículos podemos jugar y negociar con ello, y ofrecerle al vendedor un precio por el paquete completo.
Tampoco debemos ser tacaños ni abusar de nuestra posición de privilegio. Debemos tener en cuenta que el pueblo nepalí vive sobre todo del turismo y que, aunque nos llevemos la sensación de que hemos pagado por algo más de su valor, nos ha costado mucho menos de lo que nos costaría aquí y hemos contribuido a ayudarles en su día a día, que no es nada fácil. No es de recibo tratar de exprimirles abusando de su necesidad.
MOVERSE POR KATMANDÚ Y/O PHOKARA
Lo primero que nos llamará la atención de estas ciudades, especialmente de Katmandú, es el caos circulatorio reinante. Cualquier calle de estas dos ciudades es una auténtica mezcla de peatones, motos y coches moviéndose cada uno a su aire. Cuando caminemos a pie olvidaros de buscar semáforos. Casi no existen, y donde hay algún paso de cebra es como si no existiera ya que nadie lo respeta. De inmediato nos acostumbraremos a movernos sorteando y siendo sorteados por coches y motos, que han desarrollado una sorprendente habilidad para pasarnos a escasos centímetros sin rozarnos. Cruzar una calle ancha supone lanzarse a la calzada en mitad del tráfico hasta llegar a la otra acera mientras somos esquivados por los coches y motos que avanzan en una y otra dirección. Este caos, que en primera instancia nos choca, le da sin embargo un encanto especial a la ciudad.
A nuestros ojos, todas las calles del popular barrio de Thamel en Katmandú parecen iguales, y todas están repletas de tiendas y bazares para el turista. Cuando estemos callejeando por éstas, conviene ir tomando puntos de referencia (una tienda, un cartel, un monumento…) para atinar con las calles correctas a la hora de regresar a nuestro hotel. Si nos movemos despreocupadamente sin fijarnos muy bien por donde vamos, podemos acabar perdidos entre esa maraña de calles y tiendas. Si nos ocurre no hay porque asustarse. Siempre tendremos la opción de preguntar a alguien por el camino de vuelta o de tomar un taxi que nos deje en la puerta del hotel.
Para visitar los lugares de interés fuera del barrio de Thamel (donde estaremos alojados), podemos tomar un taxi. Como siempre, habrá que negociar el precio con el taxista. Dependiendo de lo lejos que esté nuestro destino, nos puede costar entre 200 y 500 rupias.
También podemos tomar autobuses locales. No hay paradas de autobuses señalizadas como las entendemos aquí, sino que los coches van haciendo paradas en puntos de la ciudad ya conocidos por la población local, por lo que tendremos que preguntar dónde están esos puntos y, antes de subir a un autobús, preguntarle al conductor si hace parada en el lugar al que queremos ir. El precio es irrisorio para nosotros, y aunque es más complicado y más lento que tomar un taxi, nos brinda la oportunidad de sumergirnos de lleno en el modo de vida de esta ciudad.
VISITAS DE INTERÉS:
Katmandú:
- Plaza de Durbar Square. Templos y palacios de entre los siglos XVII y XVIII y stupa de Kathesimbu. Patrimonio Mundial de la UNESCO.
- Templo de los Monos o de Swayambhunath. Templo budista de orígenes remotos sobre una colina que domina toda la ciudad. Está repleto de monos macacos que se mueven con total libertad entre los visitantes.
- Templo hindú de Pashupatinath. Dividido por el curso del río Bagmati donde diariamente se realizan cremaciones de difuntos. Una experiencia impactante.
- Gran stupa de Bodhnath. Data del año 600 d.C. y es un emblema de la comunidad tibetana.
- Bhaktapur. Antigua población fortificada con un centro histórico de origen medieval. Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Phokara:
- Pagoda de la Paz Mundial.
- Cascada del Diablo.
- Cueva de Gupteshwar Mahadev. Muy venerada por los hinduistas.
- Cueva de Mahendra Gufa y Cueva del Murciélago. Importante y gran sistema kárstico.
En todos estos lugares nos cobrarán una entrada por acceder al recinto, que en algunos casos puede ser de hasta 1000 rupias.
SEGURIDAD:
Sin temor a equivocarnos, podemos afirmar que Katmandú y Phokara son dos de las ciudades más seguras del mundo para el turista. El que suscribe estas líneas ha estado callejeando a solas durante un día entero por ambas ciudades sin el más mínimo problema en este aspecto, y lo que es más importante, con la agradable sensación de poder caminar tranquilamente por las calles sin miedo a sufrir robos o atracos. Sólo con ver el modo de vida y la forma de comportarse de este pueblo sabemos de inmediato que es muy difícil que vayamos a tener un problema de este tipo.
Mientras caminemos por las calles de Thamel, muchos nepalíes se nos acercarán a ofrecernos todo tipo de productos y servicios. Sólo vienen a ofrecernos algo. No tienen ninguna otra oscura intención. Si no nos interesa lo que nos ofrecen, basta con un amable “No, gracias” para que se retiren.
Aún así, hay ciertos comportamientos que el sentido común nos dice que es mejor evitar, como hacer ostentación de riqueza, contar o exhibir fajos de billetes en plena calle, llevar bolsos abiertos en lugares donde hay aglomeraciones, caminar a solas de noche por lugares apartados y oscuros, etc. Lo mismo que en cualquier parte del mundo. Por muy seguras que sean estas ciudades, tampoco hay que tentar a la suerte.
Esta es toda la información que puede resultar útil durante nuestra estancia en las ciudades de Katmandú y Phokara. En el siguiente y último artículo de la serie daremos los consejos pertinentes para actuar de forma correcta durante el desarrollo del trekking y poder disfrutarlo al máximo, que al fin y al cabo es la parte más importante de nuestro viaje.